La permeabilidad del terreno ibicenco ha permitido la existencia en el subsuelo de masas de agua que dan de beber a los campos y las gentes de Ibiza. Esa riqueza hídrica, que en contadas ocasiones asoma en torrentes, se hace visible en los numerosos pozos y fuentes que salpican el paisaje de la isla, tanto en el interior como en la costa. La mayoría de ellos se encuentran junto a las casas tradicionales payesas, pero aquellos que eran comunales se localizan normalmente junto a los caminos generales que unían los diversos núcleos poblacionales. Son éstos en torno a los cuales se celebraban las tradicionales ballades de pou, citas festivas que reunían a los vecinos tras las cosechas, por ejemplo, y donde se bailaba y cantaba.

En el municipio de Santa Eulària des Riu destacan el Pou de Gatzara y la Font de Peralta. En el primero, que se cree del siglo XVII, antiguamente se celebraban bailes el 25 de julio en honor de San Jaime. Localizado junto a Santa Gertrudis, este pozo se considera el centro geográfico de la isla. Por su parte, la Font de Peralta se sitúa junto al pueblo de Sant Carles y su existencia aparece ya documentada durante una batalla librada contra piratas turcos el 20 de septiembre de 1620. En la actualidad, aún conserva agua y cuando está a máximo nivel ésta discurre hasta un lavadero. Cada 29 de junio se celebra junto a la fuente la fiesta de Sa Font de Peralta, en honor a San Pedro. Puedes ver otras dos fuentes del municipio si realizas la ruta de senderismo nº 2, que transcurre junto a la Font d’Atzaró y la Font de Perella.