Antiguamente el pescado costaba poco, muchos ibicencos lo pescaban ellos mismos y se consumía habitualmente, por lo que el plato para las festividades por excelencia era un plato a base de carne, el sofrit pagès. Este guiso mezcla varias carnes, entre las que se encuentran, pollo payés y cordero, verduras, patató (patata pequeña entera) y las dos variedades más típicas de embutido de la isla, sobrassada y botifarró, que le aportan su sabor característico. Durante el proceso de cocción se le añade una picada de ajos, perejil y pimientos; todo el conjunto se aromatiza con laurel.