Las conchas, los cantos rodados y las pelotas de mar que nos regala la posidonia son excelentes adornos improvisados para embellecer un castillo de arena. Pero no las colillas. Por eso en Santa Eulària des Riu hemos impulsado la primera playa sin humos de Baleares. Porque cuando se está junto al mar, nadie quiere irse de la playa con malos humos.
El municipio de Santa Eulària des Riu ha sido el primero de la Islas Baleares en impulsar una playa sin humos con el objetivo de ofrecer a los ciudadanos y visitantes una experiencia junto al mar lo más saludable y agradable posible. Hasta la fecha, la orilla libre de colillas de nuestro municipio es la playa urbana de Santa Eulària des Riu, un arenal idóneo para familias y viajeros con movilidad reducida. No permitir fumar en la playa trae dos beneficios valiosos. El primero de ellos llega por el aire, ya que disminuye la exposición de los bañistas al humo del tabaco, protegiendo así a personas sensibles como niños, ancianos y mujeres embarazadas. Y el segundo beneficio asoma por tierra y mar, ya que se evita la gran generación de residuos de colillas de tabaco en la playa, las cuales pueden acabar en el mar ocasionando un gran daño al ecosistema marino.
Fumar en la playa estropea las vacaciones porque…
– Los niños más pequeños juegan por curiosidad con las colillas e incluso se las pueden llevar a la boca por su natural instinto de exploración.
– Las colillas asoman a la vista en todas las direcciones. Estos desechos se han convertido en uno de los residuos más comunes y persistentes de las playas, pues tardan en torno a 10 años en degradarse.
– La arena y el agua se contaminan con los 4.000 tipos de sustancias químicas que contienen los cigarillos.
– Las colillas y sus componentes químicos se han encontrado en los estómagos de especies marinas, como peces, cetáceos, aves y tortugas. El daño tóxico de este deshecho es tal que una colilla sumergida en un litro de agua habitada por peces pequeños provoca la muerte de la mitad de ellos en tan sólo 96 horas.
